
Con preocupación vemos diariamente desde que se inició la pandemia, errores en las prácticas de limpieza y desinfección, que en ninguna forma favorecen la bioseguridad de las personas. Esto debido básicamente al desconocimiento en el tema pues digamos que hasta ahora la limpieza y la desinfección eran un tema netamente de facilidades hospitalarias, sector farmacéutico y alimenticio.
Por la actual situación, surge la necesidad de aplicar protocolos de bioseguridad básicos a nuevos panoramas tan sencillos como el diario vivir en nuestro hogar o en empresas donde el tema nunca había sido una prioridad.
Como empresa sentimos la responsabilidad de lanzar esta guía, donde, basados en nuestro conocimiento en el área, de más de 12 años en el sector de la limpieza y la desinfección especializada del sector industrial y apoyándonos además de los pronunciamientos de entidades gubernamentales como la OMS (Organización Mundial de la Salud), la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) y el CDC del mismo país (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades); pretendemos instruir a los consumidores en identificar las malas prácticas o los 10 Mitos de limpieza y desinfección.
10 MITOS O FORMAS INCORRECTAS DE LLEVAR A CABO UN BUEN PROCESO DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN
MITO 1: Pulverizar e introducir cloro u otro desinfectante en mi cuerpo me protegerá contra COVID-19.
No rocíe bajo ninguna circunstancia ni introduzca lejía-cloro o ni ningún otro desinfectante en su cuerpo. Estas sustancias pueden ser venenosas si se ingieren y causan irritación y daños en la piel y los ojos.
El blanqueador y el desinfectante deben usarse con cuidado para desinfectar solo las superficies. Recuerde mantener el cloro (lejía) y otros desinfectantes fuera del alcance de los niños.
Lavarse las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o lavarse las manos con agua y jabón son las formas más efectivas de eliminar el virus.
MITO 2: Los sistemas públicos para desinfectar a las personas, como la pulverización a través de túneles o cabinas son seguros.
La pulverización de personas con desinfectantes (como en un túnel, gabinete o cabina) no se recomienda en ninguna circunstancia. Esta práctica podría ser física y psicológicamente perjudicial y no reduciría la capacidad de una persona infectada de propagar el virus a través de gotas o contacto. Incluso si alguien que está infectado con COVID-19 atraviesa un túnel o cámara de desinfección, tan pronto como comienza a hablar, toser o estornudar aún puede transmitir el virus.
MITO 3: Si uso una dosificación de desinfectante mayor es mejor.
La sobredosificación de productos químicos es un problema real en cualquier sector. Tendemos a pensar que a mayor concentración, mejores serán los efectos de la limpieza y la desinfección, pero esto no es exactamente así. Y es que, además de malgastar productos químicos, corremos el riesgo de convertir la limpieza y desinfección en procesos ineficaces. Por ello, se recomienda ofrecer al personal de limpieza las soluciones de limpieza y desinfección previamente preparadas.
Cabe aclarar también que dosificar menor cantidad de desinfectante o subdosificar también es una mala práctica pues estaríamos teniendo dosis subletales que no afectarían a los microorganismos que se pretenden atacar.
La seguridad y la eficacia de un producto desinfectante pueden cambiar en función de cómo se use, solicita siempre a tu proveedor la ficha técnica del producto para identificar cual es la dosificación óptima, estas dosificaciones deben estar respaldadas por estudios microbiológicos llevados a cabo por el proveedor.
MITO 4: Si fumigo o hago aspersión de los espacios exteriores estoy reduciendo el riesgo de COVID-19 para el público.
No está comprobado. Las áreas al aire libre, como los parques infantiles, parques, calles, etc, generalmente requieren una limpieza de rutina normal, pero no requieren desinfección. No rocíe desinfectante al aire libre: no es un uso eficiente de los suministros y no se ha demostrado que reduzca el riesgo de COVID-19 para el público.
Las superficies de alto contacto hechas de plástico o metal, como las barras de agarre y las barandas, deben limpiarse de manera rutinaria. No se recomienda la limpieza y desinfección de superficies de madera (estructuras de juego, bancos, mesas).
El efecto tóxico de la pulverización con productos químicos como el cloro en las personas puede provocar irritación en los ojos y la piel; broncoespasmo debido a la inhalación y efectos potencialmente gastrointestinales como náuseas y vómitos. Además de las preocupaciones de seguridad de la salud, el uso de desinfectantes en las prácticas de pulverización a gran escala puede evitar que este recurso se use para intervenciones importantes como el tratamiento del agua potable y la desinfección ambiental de las instalaciones de atención médica.
A menos que la etiqueta del producto pesticida incluya específicamente instrucciones de desinfección para nebulización, fumigación o pulverización electrostática o de área amplia, la EPA no recomienda el uso de estos métodos para aplicar desinfectantes. La EPA no ha evaluado la seguridad y eficacia del producto para los métodos que no se abordan en la etiqueta.
MITO 5. “Nebulizar” es suficiente para combatir el COVID 19.
No es suficiente simplemente “nebulizar” un área con un desinfectante que no cumple con los requisitos de la etiqueta donde se especifique que puede ser usado de esta manera y sin una limpieza previa adecuada. En Estados Unidos puede ser una violación de la ley federal. Más importante aún, la aplicación inadecuada del desinfectante puede conducir a una falsa sensación de seguridad; un aumento de los riesgos para la salud y no ser eficaz para reducir el riesgo de propagación de COVID-19.
Sin embargo, los CDC no han considerado el método de “nebulizar” como la forma más efectiva de combatir COVID-19, ya que no limpia la superficie afectada.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que limpie las superficies contaminadas con productos desinfectantes líquidos para evitar la propagación de enfermedades. La nebulización puede ser realizada para control microbiológico (otros virus y bacterias) del ambiente. En el sector alimenticio por ejemplo es una práctica muy utilizada para controlar cargas de microorganismos aeróbicos perjudiciales al proceso. Sin embargo para el COVID-19 no hay evidencia suficiente de que sea efectivo.
MITO 6. Métodos alternativos de desinfección. Las lámparas ultravioletas (UV) pueden usarse para desinfectar las manos u otras áreas de la piel.
Falso. La radiación UV puede causar irritación en la piel y dañar los ojos. Se desconoce la eficacia de los métodos alternativos de desinfección, como las ondas ultrasónicas, la radiación UV de alta intensidad y la luz azul LED contra el virus COVID-19.
La EPA no revisa rutinariamente la seguridad o la eficacia de los dispositivos pesticidas, como las luces UV, las luces LED o los dispositivos ultrasónicos. Por lo tanto, no puede confirmar si, o bajo qué circunstancias, dichos productos podrían ser efectivos contra la propagación de COVID-19.
MITO 7. Solo desinfectar es suficiente.
El hecho de desinfectar algo sucio produce que el desinfectante pierda eficacia, porque la suciedad hace de barrera protectora y puede servir de caldo de cultivo para virus y bacterias. Aplicar un producto desinfectante sin haber limpiado previamente la superficie es un error muy común.
A no ser que encontremos un producto 2 en 1, es decir que limpie y desinfecte en un solo paso, es completamente necesario limpiar la superficie en cuestión con detergente y agua antes de aplicar el desinfectante. Solo si nos aseguramos de eliminar la materia orgánica previamente, garantizamos el correcto efecto del desinfectante. De no ser así, corremos el riesgo de que la materia orgánica inactive el efecto del desinfectante.
En la práctica estamos viendo cómo se desinfecta el calzado sucio ingresando a pediluvios, aspersiones en superficies sin una correcta limpieza inicial por ejemplo, todas estas son malas prácticas.
MITO 8: El jabón antibacterial no ayudará.
Hay rumores de que dado que el COVID-19 es un virus y no una bacteria, el jabón antibacteriano no matará al virus. Pero esto simplemente no es cierto. Según Pall Thordarson, profesor de química en la Universidad de Nueva Gales del Sur, Sydney, “El virus es una nanopartícula autoensamblada en la que el eslabón más débil es la bicapa lipídica (grasa). El jabón disuelve la membrana grasa y el virus se desmorona como un castillo de naipes y muere; o más bien, deberíamos decir que se vuelve inactivo ya que los virus no están realmente vivos”.
La combinación de agua jabonosa y un roce vigoroso esencialmente desmontará los componentes básicos del virus y disolverá la parte “pegajosa” que hace que el virus se adhiera a la piel humana. Los desinfectantes para manos (con un contenido de alcohol del 60% +) funcionan de manera similar. Sin embargo, no son tan confiables como el agua y el jabón porque no garantizan la misma cobertura de manos.
MITO 9. Verificación de la concentración del producto usado
Como explicamos anteriormente, todos los desinfectantes tienen diferentes concentraciones a las cuales son efectivos contra bacterias y virus. Generalmente esta concentración se mide en partes por millón o mililitros del desinfectante por litro de agua. Esta concentración y su efectividad debe ser validada en laboratorios especializados y debe estar soportada por el fabricante. Todos los productos así tengan un mismo principio activo no funcionarán igual.
Si esta dosificación se realiza incorrectamente el proceso de limpieza y desinfección no será efectivo y por esto es de vital importancia su verificación. Para resumir, si el fabricante te indica que uses para determinado superficie por ejemplo, un desinfectante a 10 ml por litro, pero dosificas 5 ml, la capacidad microbicida del mismo se puede ver afectada y estarías desperdiciando el producto y poniendo en riesgo tu seguridad.
Conoce cómo con tirillas indicadoras puedes monitorear la dosificación correcta del desinfectante. Link a las tirillas.
MITO 10: Todos los productos para limpiar y desinfectar son los mismos. Que estén respaldados por una empresa con trayectoria no importa.
Fíjate bien con que empresa vas a adquirir estos productos. Vemos miles de productos que abundan en internet y las redes sociales prometiendo resultados rápidos y extraordinarios contra el COVID-19. Muchos de estos tienen un común denominador, son fraudulentos y ponen en riesgo la salud de los colombianos.
Su salud debe estar en manos de un buen proveedor que mínimamente cuente con requerimientos de fabricación confiables; una planta certificada por el INVIMA es un sello de seguridad y calidad que se debería exigir. Así te aseguras de que los procesos de fabricación de tu proveedor son seguros y que los estándares de calidad son altos. Puedes requerir también estudios microbiológicos e información técnica relevante del producto.
El precio no debe ser la variable diferenciadora de estos productos, tu salud es más importante.
Esperamos con esta guía sobre los 10 Mitos de limpieza y desinfección, haberte ayudado a aclarar algunas de las dudas más comunes en estos tiempos de pandemia. Queremos que realices estos procesos lo más acertadamente posible. El COVID-19 es una situación extremadamente grave y entendemos que tu salud y seguridad, la de tus empleados y familia está en juego. No te arriesgues; contacta a los profesionales, con gusto te asesoraremos.
BIBLIOGRAFÍA
- WHO-World Health Organization. Coronavirus disease (COVID-19) advice for the public: Myth busters https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/myth-busters
- EPA-Enviromental Protection Agency. Frequent questions related to Coronavirus (COVID-19). https://www.epa.gov/coronavirus/can-i-use-fumigation-or-wide-area-spraying-help-control-covid-19